miércoles, 6 de abril de 2011

Monumentos honoríficos da memoria


Tronco oco
fugado esqueleto
longa agonía da perseverancia.

Testemuña insospeitada
do mudo berro que emana
en estridente silencio
da terra violentada.

Berro da amordazada anguria
dunha realidade ocultada
que co recoñecemento da verdade
(re)clama ser honrada.

Fosilizada presenza
dun pasado que por negado
se resiste a esbaecerse
nas rancias brétemas
do esquecemento pactado.

Reivindican a realidade
da masacre os ecos
das voces asasinadas
resoando no fondo da gran falsidade
berrando aínda ¡Liberdade!!

Como pisada de dinosaurio
polo tempo enchida,
resgardando a memoria
do que se extinguía.

Tronco oco, cadáver descarnado
de brazos aínda alzados,
a lombos da morte erguido.

O teu corpo embalsamado
de testemuña cansa
cos brazos amputados
pola vida consumida,
tenta nun último esforzo
atopar xustiza no etéreo
mentras na lembranza da terra
te mantés arraigado.

En pé a petrificada loita
polo recoñecemento dun pasado
que segue a ser presente
na vida d@s mort@s
e debe ser memoria
na d@s viv@s.

¡¡Quén poidera como a árbore
morrer cun berro ben alto,
querendo bicar as nubes
sen deixar de apertar a terra!!

¡Quén fora así testemuña
de tantos tempos pasados
gravados a golpe
de instantes eternos!

                                                                                        Acuarela 

Tronco hueco
fugado esqueleto
larga agonía de la perseverancia

Testigo insospechado
del mudo grito que emana
en estridente silencio
de la tierra violentada

Grito de amordazada angustia
de una realidad ocultada
que con el reconocimiento de la verdad
(re)clama ser honrada

Fosilizada presencia
de un pasado que por negado
se resiste a desvanecerse
en las rancias nieblas del olvido pactado

Reivindican la realidad
de la masacre ecos
de voces asesinadas,
resonando en el fondo de la gran falsedad
gritando aún ¡¡Libertad!!

Como huella de dinosaurio
por el tiempo llena
resguardando la memoria
del que se extinguía

Tronco hueco, cadáver descarnado
de brazos aún alzados,
a lomos de la muerte erguido.

Tu cuerpo embalsamado
de testigo cansado
con los brazos amputados
por la vida consumida,
intenta en un último esfuerzo
encontrar justicia en lo etéreo
mientras en el recuerdo de la tierra
te mantienes arraigado

Mantienes en pie la petrificada lucha
por el reconocimiento de un pasado
que sigue siendo presente
en la vida de l@s muert@s
y ha de ser memoria
en la de l@s viv@s

¡Quién pudiera como el árbol
morir con un grito bien alto
queriendo besar las nubes
sin dejar de abrazar la tierra!

¡Quién fuera así testigo
de tantos tiempos pasados
grabados a golpe
de instantes eternos!

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